viernes, 19 de julio de 2013

Amor de hermano

Cuando te vi  aquel día, todos me dijeron que eras mi hermano. Pero no entendía mucho, solo te observaba cómo habías aprendido tantas cosas que no me imaginaba que yo, también podía hacer. Me enseñaste con el simple hecho de mirarte. Comprendí hasta donde podía y hasta donde no. Me marcaste los pasos sin darte cuenta. Crecimos a la par. Nos peleamos, nos amigamos y nos volvimos a pelear. Me equivoque y te equivocaste, y siempre, una semilla de enseñanza era guardada en nuestras almas. Continuamos creciendo y le comenzamos a dar valor a las simples y sencillas cosas de la vida. En la adolescencia, transitamos los mismos senderos y cada uno mostraba al otro, sin darse cuenta, cuales eran las rutas a tomar. Fue hermoso saber que estabas a mi lado, como yo del tuyo. 
El tiempo siguió su camino, y nosotros, inevitablemente, continuamos el ritmo del paso del mismo. Maduramos, nos hicimos mas fuertes, y nos dimos cuenta que cada uno debía escoger por donde proseguir. La vida, solita, se encargo de obligarnos a separarnos un poco y aunque uno no lo quisiera, no se podía con todo. Y acá estamos, cada cual con su familia, sus anhelos, sus tristezas y sus necesidades. Pero a pesar de que cada uno tenga sus particularidades, hay algo que nos unirá el resto de nuestras vidas, y es el amor de hermano. Ese amor que muchas veces busca ser opacado por broncas o desencuentros, pero que siempre, pero siempre, existirá dentro nuestro.
Lejos o cerca, ocupado o desocupado, triste o contento, enamorado o solitario, nunca olvides que soy tu hermano. Y no hablo de estar o no estar, solo te pido que en tu corazón y en tus pensamientos, me guardes un lugarcito; solo con eso, podré vivir orgulloso de que seas vos.
"Y no te preocupes si pareciera que estoy perdido, solo estoy buscando un camino mejor."
Te Amo Hermano.

1 comentario: