viernes, 12 de julio de 2013

Ensamblando una familia

Era un estudiante mas. Concurría a la universidad a estudiar como todos los días. Después de unas largas y aburridas clases de Análisis Matemáticos, volví a la casa donde vivía con mi amigo, y recordé aquella chica que había conocido hacía ya unos cuantos años atrás. Ella era tranquila y misteriosa como la marea en esas mañanas de invierno. Miré las estrellas, y en un parpadear de mis ojos, me imagine junto a ella formando una familia. Imaginé como dejaría esa vida de estudiante rebelde y con deseos de libertad absoluta, para transformarme en un padre de familia. La llame y le dije: ¿Y si nos vamos a vivir juntos los tres?. ¿Los tres?. Claro, existía una persona mas, Roman. El era un chico de 6 años recién cumplidos, su hijo. No había tomado la decisión de comprometerme con ella, solo por el hecho de que esa criatura no tenga una figura de padre provisorio. Quería hacerlo solo cuando mi seguridad invada mi razón. Hasta ese momento, Roman no me había conocido. Pero ahora estaba seguro.
Ella respondió fuerte y segura con una sola palabra: ¡Dale!. Viajé ese fin de semana, y tuvimos la primera salida los tres. Recuerdo haberlo llevado a McDonalds, y jugando con un laberinto dibujado sobre el papel donde se apoyaban las comidas, le dije: Si ganás, me toca una prenda a mi. Y obviamente, me deje ganar. Su prenda elegida para mi fue que vaya a un edificio que se visualizaba por la ventana, y me tirara desde el piso mas alto. Sonreí sarcásticamente. Era claro que una persona había llegado a su vida y que estaba quitándole(a la visión de un chico) a su madre. Quise comprar su amor con regalos, con dinero, pero no sirvió. Entonces comencé a intentar desde la palabra, pero estaba completamente cerrado a comentarios mios. Intenté, me golpeé, pensé y volví a intentar, hasta el día de hoy.

Unos meses después, alquile una casa y nos fuimos a vivir los tres. Vivimos cosas muy lindas, y cosas horribles. Nos peleamos, lloramos, salimos de paseo, nos reímos y nos volvimos a pelear. Pero siempre buscando alimentar el amor que comenzamos a sentir desde el primer día.

Roman, hoy tiene 11 años, es mi primer hijo, y hace 4 meses llego Benicio, el segundo. Benicio lleva mi apellido, y Roman el de su madre. Pero vamos a hacer el tramite de adopción, porque tanto Roman como yo, sabemos que somos una familia y necesitamos ensamblar esta relación que comenzo con vidas separadas. El me tomó como padre, y yo como hijo.

Tengo una familia hermosa, que no comenzo de la manera ideal que nos enseño esta sociedad. Y eso, es lo que me pone mas orgulloso de mi, haber roto el esquema que me impusieron.
Solo quería compartirlo, para mostrar al mundo que no todo tiene que ser como nos dicen.

Esto va dedicado a mi 3 amores, a mi familia: Ana, Roman y Benicio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario